Por fín Tito montó una excursión como mandan los cánones, una verdadera aventura a un sitio paradisiaco "El jardín de las delicias" a las puertas del Amboró. Los expedicionarios fueron tres locos más El gran Vargas, "el negro", y Félix.... realmente todos al unísono exclamaron al ver la gran cola de caballo !Valió la pena!